En febrero los mininos comienzan a aparearse (por lo menos aquí) y claro, la música de dichos animales callejeros es monumental.
Entre peleas y gemidos la cosa es algo insoportable, parece que vienen de after (después de varias copas y polvos blancos) y se reúnen en un lugar en concreto (donde haya un hembra lista para ser pene entrada) y comienza la fiesta.
En todas las calles debería haber un pájaro como este. Si quieren follar que lo hagan como todo el mundo, fuera de la vista ajena si no… cualquiera te puede quitar el puesto.
Supongo que el pájaro es un cuervo.