Con el paso de las personas sobre una madera, ésta se vuelve tan lisa que llega a resbalar sin ofrecer ningún tipo de agarre.
Vamos lo que se llama a fuerza de desgaste.
Con el paso de las personas sobre una madera, ésta se vuelve tan lisa que llega a resbalar sin ofrecer ningún tipo de agarre.
Vamos lo que se llama a fuerza de desgaste.