Los más retorcidos, cuando ven a una buen pava montando a caballo, piensan en cómo tendrán la almeja de abierta. Los más sensuales sólo se fijarán en las tetas.
Los más retorcidos, cuando ven a una buen pava montando a caballo, piensan en cómo tendrán la almeja de abierta. Los más sensuales sólo se fijarán en las tetas.